INSULA

Juan Marsé en sus "verdades verdaderas" (I parte)
Número 755. Noviembre 2009

 
 

LAUREANO BONET Y FERNANDO VALLS / MARSÉ EN SU ÍNSULA


 

Este mes de noviembre, Juan Marsé regresa a la revista ÍNSULA con los honores propios que le corresponden a todo un Premio Cervantes, el primero que recibe un escritor nacido en Cataluña que ha compuesto su obra en castellano, aun cuando, hasta donde sabemos, estos premios no se distribuyen por comunidades autónomas. Pero Marsé tiene también en su haber otros reconocimientos literarios prestigiosos, tales como el Premio Biblioteca Breve (Últimas tardes con Teresa), el de la Crítica, por partida doble (El embrujo de Shanghai y Rabos de lagartija), el Nacional de narrativa (Rabos de lagartija) y los internacionales Aristeion Europeo de Novela (El embrujo de Shanghai) y Unión Latina 1998, además del mexicano Premio Juan Rulfo al conjunto de su obra.

Cuando nuestro autor era un joven de 24 años, que apenas había publicado nada —su primera novela, Encerrados con un solo juguete, data de 1960— la escritora, crítica literaria y traductora Paulina Crusat lo animó a colaborar en esta revista, en la que luego aparecieron dos cuentos suyos: «Plataforma posterior» (1957) y «La calle del dragón dormido» (1959). El caso es que Berta Carbó, la madre de Marsé, cuidaba de la progenitora de Paulina Crusat, quien entonces vivía en Sevilla, y debió de hablarle de aquel hijo suyo que escribía. Ella se ocupaba en ÍNSULA de la literatura catalana y no sólo le abrió a Marsé las puertas de la publicación, sino que también lo animó a presentarse al Premio Sésamo, que obtuvo con el cuento «Nada para morir», recogido luego en el semanario Destino (2 de mayo de 1959).

Sea como fuere, la vocación literaria de Marsé aparece ligada a la llamada Escuela de Barcelona, la facción barcelonesa del grupo de los 50 si prefieren esta otra etiqueta, debido a sus vínculos, sobre todo, con Jaime Gil de Biedma y Carlos Barral. Al primero como mentor, en el arranque de esa vocación literaria, y como amigo durante el resto de su vida; y al segundo por ser Barral el editor que creyera en sus primeras novelas en unos momentos en que necesitaba ser apoyado.

Pero no queremos dejar de recordar a otra persona que ha sido decisiva en la difusión de su obra: la agente literaria Carmen Balcells, amiga personal, además, del escritor, a quien ella mima y protege, como a casi ningún otro.

La ya dilatada trayectoria literaria de Juan Marsé ha sido múltiple, pues ha cultivado con fortuna la novela, el cuento y el retrato literario, pero también ha trabajado como periodista, en la inolvidable revista Por favor, y guionista de cine. Sus exhaustivos conocimientos sobre cine son comentados en este número en un trabajo de Jean-Claude Seguín.

El resto de los artículos que aquí se recogen se ocupan de la concepción del realismo en Marsé y del decisivo Coloquio de 1963 sobre Realidad y Realismo (Juan Rodríguez y Jordi Amat); del papel de la memoria (Juan Vila); de sus primeras novelas, Encerrados con un solo juguete y Esta cara de la luna (Laureano Bonet y Javier Quiñones); así como de la relación de nuestro autor con Cervantes (Marcos Maurel); sin olvidar la presencia de los niños en su narrativa, y ello en comparación con el papel que desempeñan en Galdós (Teresa Barjau y Joaquín Parellada); o el personal castellano que utiliza (Joan Estruch Tobella); la nostalgia que contiene El embrujo de Shanghai (Cecilio Alonso) y la función que desempeñan las aventis en su obra (Fernando Valls). Por último, a lo largo de la extensa y distendida conversación que mantuvimos con él, nos proporciona nuevas pistas para entender mejor su escritura, su mundo literario, sus lecturas...

El autor ha confesado que ahora se encuentra trabajando en su nueva novela, cuyo título provisional es Aquel muchacho, esta sombra, aunque nunca le haya gustado demasiado hablar de sus libros mientras los estaba escribiendo. Marsé sigue en activo, y aun así, ya es posible afi rmar, con escaso margen de error, que se ha convertido en uno de los pocos autores imprescindibles para entender lo que ha sido la prosa narrativa en castellano, el arte de contar, durante la segunda mitad del siglo XX.


L. B. Y F. V.—UNIVERSIDAD DE BARCELONA Y UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BARCELONA

 
 
 
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